Por Efrain Alvarez Layme
El proceso electoral que vive nuestro país viene convirtiéndose en una pugna de intereses mediáticos, con más frecuencia estos días vemos posiciones marcadas de diferentes medios de comunicación y sectores empresariales, incluso en varios casos se ha llegado al despido de periodistas y comunicadores sociales de medios importantes.
En esta ocasión parece que nos hubiésemos condenado a dos alternativas singulares, por un lado tenemos una opción que ya tiene pruebas fehacientes de su actuar político y por el otro lado una opción del podría ser o no.
Frente a esta lid electoral necesitamos analizar fríamente las dos opciones políticas, ya que ambas opciones capitalizan el 50 por ciento de los votantes del 10 de abril pasado, votos que expresan el descontento con el actuar político que vive nuestro país, este 50 por ciento es contraria a la política planteada por Ppk Toledo y Castañeda, el cual hace llegar con su apoyo su voz de protesta al próximo gobierno para ser atendida mínimamente en sus necesidades básicas, educación, salud etc.
En mérito a la democracia tenemos dos candidatos experimentales, uno de ellos plantea el nacionalismo y el otro plantea el populismo, el nacionalismo viene a ser una parte de una propuesta social económica y el populismo sin duda es una bofetada a la clase necesitada.
El nacionalismo planteado por Gana Perú, tiene bastantes dificultades para ser concretada ya que no tiene desarrollo pleno de un partido político que interiorice esta definición, una población que aun no sabe si apoya o no a esta posición, por otro lado de ser elegido recibiría un congreso bien fragmentado.
El populismo de la otra parte sin duda es de fácil aplicación, como el vaso de leche y el programa juntos por ejemplo, sin duda ésta opción no tendría rechazo o discrepancia alguna con el pueblo.
Sinceramente desde estas páginas debo decir que el hecho de que volvamos a vivir un gobierno fujimorista sería vergonzoso para la historia peruana, de aquel gobierno corrupto y genocida que tuvimos fueron sentenciados en un total de 78 personas entre ministros, asesores, grupos paramilitares y otros; quienes en su momento administraron el estado peruano y hoy lo acepten o no forman parte del partido fujimorista, directa o indirectamente.
Por otra parte se tiene un partido político que no define formalmente un norte político, no posee cuadros políticos que respalden fuertemente los principios que persiguen, sin embargo tiene aportes interesantes que de aplicarse favorecerían buenamente a nuestro país, como con el impuesto a las sobre ganancias mineras y la creación de la marina mercante por ejemplo.
Que hacer frente a ello, un voto viciado o blanco sin duda contribuye y fortalece al ganador, y solamente reduce la cantidad de los votos válidos ya que el conteo se realiza en base a ellos. Por tanto es necesario definir un voto razonable en esta justa electoral.
Nuestras regiones del sur peruano sin duda no tienen mucho que perder, porque finalmente entre el gobierno que entre, en estas regiones sus problemas y sus altos índices de desnutrición, pobreza, mortalidad y otros no serán solucionados plenamente, ya que el modelo económico que practicamos en nuestro país son la razón de su existencia. Así que de las opciones que dizque la democracia nos da hoy, más vale tener un gobierno experimental con propuesta social que plantee aunque sea mínimas atenciones a la clase olvidada a que esta sea postergada como siempre; obviamente este respaldo tiene que ser exigida inmediatamente ya que no es novedad que en campaña se dice una cosa y otra cosa cuando se llega a gobierno.
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